DÓNDE ESTAMOS
Nuestro origen
Somos de Mora de Rubielos, un pequeño pueblo de Teruel con apenas 1.500 habitantes. Sí, has leído bien: 1.500. Puede que seamos pocos, pero tenemos de sobra historia, carácter y ganas de comernos el mundo.
Mora es nuestro hogar, el lugar que nos ha visto nacer, crecer y soñar con lo que hoy son las Truficas del Río Pilas. Entre sus calles medievales, su castillo imponente y las fiestas en honor a San Miguel, hemos aprendido lo que significa pertenecer a una tierra con tradiciones fuertes y un paisaje que quita el aliento.
Aquí, en pleno corazón de la sierra de Gúdar-Javalambre, donde los inviernos son largos y los veranos cortos, la vida se siente distinta. Ser de un pueblo pequeño no nos limita, al contrario: nos da raíces firmes y alas para volar más alto.
Porque si algo tenemos claro es que desde un rincón de 1.500 vecinos también se puede crear algo grande, auténtico y capaz de llegar al mundo entero.
Lucha x la despoblación
Nacimos y vivimos en Mora de Rubielos, un pueblo pequeño de Teruel en el corazón de la llamada España vaciada. Aquí, donde otros ven un problema, nosotros vemos un reto: plantar cara a la despoblación y demostrar que desde un lugar con 1.500 vecinos también se pueden hacer cosas grandes.
No hablamos solo de empresa. Es personal. Como dice Juan Carlos Escuder, uno de nuestros fundadores: “Quiero vivir donde vivieron mis abuelos y mis padres. No quiero dejar Mora de Rubielos y deseo transmitir esta relación a mis hijos.”
Esa es la fuerza que mueve a Truficas: mantener viva nuestra tierra, defender nuestras raíces y demostrar que el futuro también se escribe en los pueblos.
Porque sí, la despoblación trae consecuencias: escuelas que cierran, jóvenes que se van, servicios que desaparecen. Pero nosotros no pensamos rendirnos. Nuestra lucha es quedarnos, emprender, crear empleo y dar vida a este rincón de Teruel.
Lucha x la despoblación
Nacimos y vivimos en Mora de Rubielos, un pueblo pequeño de Teruel en el corazón de la llamada España vaciada. Aquí, donde otros ven un problema, nosotros vemos un reto: plantar cara a la despoblación y demostrar que desde un lugar con 1.500 vecinos también se pueden hacer cosas grandes.
No hablamos solo de empresa. Es personal. Como dice Juan Carlos Escuder, uno de nuestros fundadores: “Quiero vivir donde vivieron mis abuelos y mis padres. No quiero dejar Mora de Rubielos y deseo transmitir esta relación a mis hijos.”
Esa es la fuerza que mueve a Truficas: mantener viva nuestra tierra, defender nuestras raíces y demostrar que el futuro también se escribe en los pueblos.
Porque sí, la despoblación trae consecuencias: escuelas que cierran, jóvenes que se van, servicios que desaparecen. Pero nosotros no pensamos rendirnos. Nuestra lucha es quedarnos, emprender, crear empleo y dar vida a este rincón de Teruel.

